La Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) es de suma
importancia para los procesos de aprendizaje debido a que apoya a los procesos
educativos, asegurando el desarrollo curricular correspondiente a los Niveles,
Modalidades y Subsistemas; propiciando programas de calidad, alternativos e
innovadores, que satisfagan los propósitos y necesidades de la sociedad actual.
Quiero destacar el documento de la Política y Estrategia de
Intervención Educativa con las Tecnologías de la Información y la Comunicación
(2013, p. 15) donde expresa:
“La Ley General de
Educación 66-97 así como el Plan Decenal de Educación 2008-2018 establecen, en
diferentes artículos, el interés de promover y fomentar los conocimientos
científicos, tecnológicos y humanísticos, desarrollar la innovación tecnológica
y propiciar la integración de las TIC a los procesos educativos”
Por lo que el Ministerio de Educación tiene interés de la
implementación de la TIC como herramienta de aprendizaje en las diferentes
áreas de saber del currículo, y exige un docente que posea competencias
digitales debido a la realidad social que se vive hoy día.
Pero esto traes consigo que las nuevas tecnologías TIC exigen que
los docentes desempeñen nuevas funciones y también, requieren nuevas pedagogías
y nuevos planteamientos en la formación docente. Lograr la integración de las
TIC en el aula dependerá de la capacidad de los maestros para estructurar el
ambiente de aprendizaje de forma no tradicional, fusionar las TIC con nuevas
pedagogías y fomentar clases dinámicas en el plano social, estimulando la
interacción cooperativa, el aprendizaje colaborativo y el trabajo en grupo.
Esto exige adquirir un conjunto diferente de competencias para manejar la
clase.